


¡Sí! De hecho, el trabajo en equipo puede mejorarse y el equipo puede mantener vínculos más efectivos cuando el teletrabajo forma parte del trabajo. El éxito del equipo depende de tres factores: 1) responsabilidad, 2) comunicación y 3) tecnología.
Esta pregunta se hace con mayor frecuencia porque se piensa que los teletrabajadores "nunca están presentes" (el argumento de "ojos que no ven, corazón que no siente"). De hecho, muchos teletrabajadores pasan más tiempo en la oficina que en casa, trabajando remotamente solo uno o dos días a la semana y en la oficina el resto del tiempo. Por lo tanto, no se les olvida fácilmente. Además, a la mayoría de los teletrabajadores se les da la oportunidad de trabajar fuera de la oficina porque demuestran iniciativa, responsabilidad y capacidad de toma de decisiones. A largo plazo, estas son cualidades que convierten a una persona en un candidato superior a la media para un ascenso.
Con tan fácil acceso al trabajo, a muchas personas les resulta difícil olvidarse del mismo. Algo que funciona para algunos teletrabajadores es establecer una rutina. Salir y empezar a trabajar a la misma hora todos los días y tomar descansos regulares. Al finalizar la jornada laboral, apaga la computadora y las luces de la oficina. Esta rutina te permite tener una hora de salida y te disuadirá de volver al trabajo fácilmente.
La respuesta a esta pregunta obviamente variará según la situación. Si su cónyuge interfiere en su trabajo con regularidad y no puede corregirse, probablemente no debería teletrabajar. La clave para un teletrabajo exitoso es la separación. El teletrabajador puede informar a sus familiares que, cuando trabaja, trabaja y que no debe ser molestado a menos que haya una emergencia. En cuanto a su cónyuge, quien teletrabaja debe esperar que respete sus límites. Si estos límites no se pueden respetar, se debe acordar un acuerdo diferente o el empleado debe abandonar el teletrabajo.
En casi todas las situaciones, la respuesta es no. Una de las principales ventajas del teletrabajo es la posibilidad de trabajar sin distracciones. Si los teletrabajadores tienen que cuidar a un niño pequeño o a alguien que necesita atención constante, no se concentrarán únicamente en el trabajo. La productividad de los empleados probablemente lo refleje, pero es mejor evitar el problema por completo antes de que su trabajo se vea afectado. Si bien es posible combinar el teletrabajo y el cuidado de dependientes, se requiere un empleado extremadamente disciplinado y una situación casi perfecta.
Lo más probable es que no pueda. En casi todas las situaciones como esta, el teletrabajador se concentra más en sus hijos que en su trabajo, como haría cualquier buen padre. Al igual que en una situación de cuidado de dependientes, el teletrabajador siempre intenta hacer dos cosas a la vez. Esto significa que ninguna de las responsabilidades recibe la atención que requiere. La mejor alternativa es algún tipo de guardería, generalmente fuera de casa, pero también podría funcionar dentro de casa. Es necesario separar la vida laboral de la familiar, tanto para el teletrabajador como para su familia. El teletrabajador necesita tiempo para concentrarse exclusivamente en el trabajo y la familia debe reconocer que, en general, no debe ser molestado en el trabajo.
Idealmente, el teletrabajador tendría una situación que combinara ambas. Y es posible, solo se necesita disciplina. Los demás miembros de su familia deben comprender que, cuando este trabaja, no se le puede molestar, salvo en caso de emergencia. La clave es el respeto. Los familiares deben respetar el horario de trabajo del teletrabajador. Al mismo tiempo, el teletrabajador debe cumplir su promesa de terminar el trabajo a tiempo y estar disponible si se necesita ayuda.
